Navaja suiza

viernes, 15 de enero de 2010

La fotografía HDR


La fotografía HDR (o HDRI, High Dynamic Range Imaging) es una técnica para procesar imágenes que busca abarcar el mayor rango de niveles de exposición en todas las zonas. Esto se consigue mediante la mezcla de varias fotos de la misma imagen con diferentes exposiciones. Si quieres conocer todo lo relacionado con la creación de fotos HDR, cómo funciona el Alto Rango Dinámico, consejos y trucos para hacer mejores fotos HDR, este es tu sitio. En este primer artículo introducimos las bases para poder conseguir el efecto HDR sobre tus fotos y te avanzamos los diferentes programas para HDR con los que trabajar. Si te interesan las fotos HDR, no dejes de leer las siguientes líneas.


¿Qué se necesita para hacer imágenes HDR?

Ya que se necesitan montar varias fotos, para poder hacer fotografías de alto rango dinámico se necesita una cámara digital con modo "bracketing" o, al menos, con posibilidad de ajustes manuales. También necesitaremos un trípode, ya que se deben tomar varias tomas con diferentes exposiciones. Teóricamente, cuantas más fotos, mejor, y como mínimo, dos.

En otra ocasión veremos como se pueden obtener imágenes HDR a partir de una única imagen RAW o incluso aproximciones al HDR a partir de una única imagen JPEG.

Trabajando con RAW podremos prescindir del trípode, aunque siempre va a ser mejor opción contar con varias imágenes diferentes.

Existen varios programas para conseguir transformar fotografías en HDR. Photoshop CS2 incorpora esta funcionalidad, pero sin duda, el más conocido y utilizado para esta tarea es Photomatix. Otra opción es Artizen HDR

Lo cierto es que es una técnica muy aparente por lo "diferentes" que se ven las fotografías, pero un vez superado el impacto visual inicial que producen, podríamos decir que para obtener una buena foto HDR (y aquí ya es cuestión de gustos), las fotografías originales debe cumplir unas condiciones de iluminación especiales. A mi, particularmente, me gusta mucho la fotografía urbana en días nublados, donde se consigue un dramatismo extraordinario en el cielo mostrando el detalle del resto de la foto, frente a los cielos blancos que se obtienen en condiciones normales debido al gran contraste del resto de los elementos; la fotografía de interiores, donde de otro modo necesitaríamos utilizar flash sin llegar a cubrir toda la estancia; y la fotografía nocturna, donde se consigue un resaltado de ciertos colores no habituales sin alterar demasiado el aspecto final al que estamos acostumbrados.