Navaja suiza

domingo, 25 de agosto de 2013

Beneficios de frutas y hortalizas según su color

Consejos para una dieta sana y equilibrada





Es conocido por todos que se deben consumir cinco raciones entre frutas y hortalizas frescas a día para cubrir las necesidades nutricionales de nuestro organismo pero, lo que quizás no todo el mundo sepa es que además es muy recomendable alternar distintos tipos para beneficiarse de las propiedades específicas de unos y otros. El criterio para repartir ese abanico de variedades en el menú es cuestión de gustos. Se puede elegir qué tipo de hortalizas o frutas se toman cada día según el resto de los platos, el momento del día, el gusto personal de cada uno… o, por qué no, por sus colores. Esta última es una forma como cualquier otra de probarlas todas y, seguramente, de sorprender a la familia o las visitas con vistosas elecciones.


EL VERDE

El color más fácil de encontrar en frutas y hortalizas es el verde, el color de la naturaleza. Cuando lo vemos, nos inspira exuberancia y frescor. Además, está comprobado que es el color más relajante para el ojo humano. Son ejemplos de frutas y hortalizas verdes las diferentes variedades de lechugas, judías verdes, ajetes, espárragos trigueros, apios, brócoli… Estos alimentos, además de lo mencionado anteriormente, son útiles para 'suavizar' un plato principal algo pesado o demasiado elaborado, porque dará sensación de naturalidad. Uno de los tonos verdes más llamativos entre las frutas es el del kiwi.





En cuanto a su información nutricional, los alimentos de color verde son ricos en luteína (un potente antioxidante) potasio, magnesio, calcio, fibra, vitaminas C y K y ácido fólico (muy importante antes y durante el embarazo).


EL NARANJA

El naranja es el color cítrico por excelencia, que además de estar muy de moda es un color alegre que se relaciona con la energía, la juventud y el vigor. Mandarinas, melocotones, albaricoques, papayas… Pero también algunas hortalizas, como la zanahoria y la calabaza, se unen al grupo de este brillante color.

Puede utilizarse para resaltar un postre demasiado sobrio, ya que tiene una visibilidad muy alta y es útil para captar la atención.





EL AMARILLO

Por su luminosidad, nos recuerda a la luz del sol e inspira positivismo y alegría, además de originalidad. Puedes utilizarlo con la misma función que los naranjas, la de resaltar (como si de un rotulador fluorescente se tratara). Unas rodajas de piña o plátano, o un adorno hecho con un limón darán un toque exótico y llamativo a tu plato.

Los alimentos de color naranja y amarillo destacan por ser ricos en beta-caroteno (pro-vitamina A), vitamina C, fibra, potasio, magnesio y ácido fólico, que mejoran la salud cardiovascular, el sistema inmune y la piel.


EL ROJO/ROSA

Como es bien sabido, el rojo es el color de la pasión. No en vano, la denominada “fruta de la pasión” tiene precisamente la cáscara y la pulpa de estos colores. Las frutas como las fresas y las frambuesas están a menudo asociadas al deseo por su brillante color, pero también puedes elegir granada, cerezas, picotas, sandía... Unos pimientos rojos o tomates serán perfectos para completar de forma tajante muchos platos principales.

En cuanto a la información nutricional, los alimentos de color rojo contienen vitamina C, magnesio y numerosos fitoquímicos, como el licopeno, sustancias que pueden disminuir el riesgo de tener cáncer y enfermedades cardiovasculares.






EL BLANCO

Hay quien dice que el blanco da hambre. Lo cierto es que al ser un color neutro, no colapsa nuestra mente con información y deja sitio para todo lo que venga detrás de él: olores, sabores… Nuestra recomendación es utilizar el color de la pureza en guarniciones, purés, sopas… con esa función de hacer espacio, de dejar el protagonismo para el resto de los platos. Algunas opciones son el calabacín, la cebolla, el nabo, la coliflor y el rábano; o por la chirimoya y el melón como frutas. La endibia puede cumplir la función de una original “cuchara” para presentar tus entrantes en ella y a la vez enmarcarlos con su blancura.

Los alimentos blancos son ricos en vitamina C, fibra, potasio y en fitoquímicos como la alicina y la quercetina, que modulan los niveles de colesterol y la presión arterial, además pueden prevenir algunos cánceres y enfermedades cardiacas y digestivas.


EL PÚRPURA / AZULADO

Son colores elegantes que se relacionan con la noche, por lo que quedarán muy bien en tus cenas. Está asociado con la sabiduría y la creatividad, y por no ser muy frecuente en frutas y verduras, resulta casi siempre una apuesta curiosa y diferente. Las uvas, los arándanos y algunas ciruelas nos presentan variedades de azules y púrpuras, y también la berenjena y la cebolla chalota en su exterior, pasando por la siempre vistosa lombarda. Estas gamas frías también suelen provocar serenidad.





Los alimentos color violeta son ricos en fitoquímicos de acción antioxidante como las antocianinas. que ayudan a disminuir el envejecimiento y el riesgo de algunos tipos de cáncer, gracias a su facultad de neutralizar a los radicales libres, además de ser buenos para la salud del tracto urinario.