El ajenjo se utiliza desde hace más de 1,500 años en la medicina tradicional china para el tratamiento de fiebres, aunque la hierba permaneció en el olvido durante algunos siglos. En 1970, se descubrió un manual de medicina tradicional china del siglo V, con lo cual reapareció el interés por el ajenjo. Aunque originalmente se utilizó para el tratamiento de fiebres, no se le utilizaba específicamente contra la malaria. | |
El componente activo principal del ajenjo es la artemisinina que ha demostrado una rápida actividad antimalaria en humanos, especialmente cuando se utiliza como adyuvante con los medicamentos estándar contra la malaria. Aunque algunos la consideran maleza, la planta del ajenjo se puede cultivar en muchos climas y una preparación efectiva y simple de Artemisia annua puede convertirse en un arma bastante necesaria, barata y práctica en contra de la malaria. Adicionalmente a su uso promisorio en el tratamiento de la malaria, la evidencia preliminar indica que el ajenjo puede ser un agente potencial anticancerígeno y antiviral. |