Los niveles de colesterol en el flujo sanguíneo no están regulados únicamente por lo que comemos y por la producción de esta sustancia en el hígado. Según revela una investigación publicada en la revista Nature Neuroscience, la verdadera responsable de controlar la cantidad de colesterol en la sangre es una hormona llamada grelina, que regula el hambre en el cerebro. El hallazgo, afirman los autores de la investigación, de la Universidad de Cincinnati (EE UU), podría conducir al desarrollo de nuevos fármacos dirigidos a esta hormona para controlar los niveles de colesterol. El colesterol es una sustancia grasa que se produce de forma natural y es necesaria para el organismo. Sin embargo, en exceso puede conducir a la ateroesclerosis, la acumulación de depósitos en las arterias, y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como infarto y derrame cerebral. En los seres humanos se distinguen dos tipos de colesterol: la lipoproteína de baja densidad o LDL (colesterol “malo” por ser responsable de la acumulación de placas en las arterias) y la lipoproteína de alta densidad o HDL. Control remoto del colesterol "Durante mucho tiempo hemos pensado durante mucho tiempo que el colesterol está exclusivamente regulado por la absorción de alimentos o la síntesis y secreción que lleva a cabo el hígado", afirma el profesor Matthias Tschop, coautor del trabajo. "Nuestro estudio muestra por primera vez que el colesterol también está sometido al 'control remoto' de circuitos neuronales específicos en el sistema nervioso central", agrega. Se sabe que la hormona grelina se encarga de inhibir un receptor en el hipotálamo, llamado MC4R, que es muy importante para la regulación del consumo de alimentos y del gasto de energía calórica. En sus pruebas con ratones, los investigadores descubrieron que un aumento en los niveles de grelina provocaba que los animales desarrollaran altos niveles de colesterol en la sangre por una reducción en la absorción de colesterol en el hígado. Para comprobar la relación, los científicos estudiaron a ratones a quienes se les había eliminado o bloqueado el receptor MC4R en el sistema nervioso. El experimento mostró un aumento en los niveles de colesterol, lo cual sugiere que el MC4R es el elemento central de este "control remoto" del colesterol. Si bien aún falta confirmar estos hallazgos en humanos, potencialmente podrían conducir a una nueva forma de tratar el colesterol alto. |