El VEH, un virus tremendamente peligroso, ha infectado ya a medio planeta. Sumamente contagioso se introdujo hace ya muchos años en los núcleos de células sociales básicas como la ONU, la OMS, la FDA (la agencia estadounidense del medicamento), los MS (Ministerios de Sanidad), los CM (Colegios Médicos) y los grandes MSC (Medios de Comunicación Social)- merced a la actividad de agentes patógenos muy activos procedentes de algunas cepas de las MF (multinacionales farmacéuticas). Y según los expertos sólo existe una vacuna para evitar ser infectado compuesta básicamente de dos antivirales muy poco comunes: SC y CR (vulgarmente conocidos como Sentido Común y Capacidad de Raciocinio). Nos referimos al Virus de la Estupidez Humana (VEH). De hecho, si este singular virus no estuviera tan extendido la alarma que hoy genera la cepa H5N1 -subtipo del virus de la gripe aviar- no habría tenido lugar. Porque es éste un patógeno tan enormemente peligroso que en todo el mundo ha infectado a poco más de seis decenas de personas desde que se detectó en Hong Kong hace ya ¡ocho años! -en 1997- y eso porque estaban en contacto físico permanente con las aves infectadas y la mayoría padecía además enfermedades crónicas que no habían dejado precisamente su sistema inmune en las mejores condiciones. A fin de cuentas hablamos de un virus que no se transmite ¡ni comiendo las aves infectadas o ingiriendo sus huevos! Es más, ni siquiera se sabe si el virus podría contagiarse entre seres humanos. Bueno, se especula con que si un ser humano se contagiase y en ese preciso momento tuviese la gripe humana corriente igual ambos virus podrían interaccionar dando lugar a una mutación peligrosa. Pero hablamos de pura especulación. ¿Y entonces a cuento de qué tanta alarma? Pues la excusa es que se ha encontrado la cepa de uno de los virus de la gripe aviar (los hay de varios tipos y los han clasificados en tres grupos -A, B y C- habiendo además varios subtipos en cada grupo) ¡en algunos cerdos de granjas chinas! Con lo que los expertos han vuelto a especular con que el virus de la gripe aviar igual muta en el cerdo y a lo mejor entonces sí nos afectaría. Así que aviados van los cerdos. Bueno, y quienes los crían porque lo mismo les exigen vacunarlos... para luego matarlos. Y es que el esperpento llega al extremo de que se está pidiendo a los gobiernos que se vacune a las aves que pudieran haber entrado en contacto con el virus -algo para empezar no tan fácil porque parece que entre ellas sólo se infectan a través del contacto con las heces- ¡cuando luego hay que sacrificarlas! A ver, ¿qué sentido tiene vacunar a millones de aves para luego matarlas... salvo el de engordar las cuentas bancarias de los que fabrican esas vacunas? Es más, ¿qué sentido tiene recomendar el uso de los antivirales que hoy se comercializan -que no son inocuos, no lo olvidemos- cuando en caso de que el famoso virus aviar nos infectase no servirían de nada? ¿Con la excusa de que "quizás" logren "atenuar" los "síntomas"? ¿Y con tan ridícula justificación ha decidido España comprar entre 6 y 10 millones de antivirales? ¿A qué viene ese despilfarro absurdo e inútil? ¿Y cómo osa la OMS hacer esa recomendación? ¡Una institución tan "seria" que llegó a decir en un principio que el susodicho virus podía causar una pandemia que sus expertos calcularon entre 5 y 150 millones de muertes... y luego rebajaron a siete millones y medio ante la rechifla general! ¿Tan infectados del VEH están nuestros responsables sanitarios? Durante la reciente invasión de Irak los mismos que ahora quieren volver a enriquecerse a costa de la inocencia -por no decir necedad- de la clase política convencieron entonces a muchos gobiernos de que comprasen vacunas contra el virus de la viruela porque era una de las armas biológicas que Sadam Hussein tenía en su arsenal secreto y podía arrojárnosla. Con lo que la impresentable ex ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, decidió comprar ¡dos millones de vacunas! ¡Vaya negocio el de meter miedo! ¡Y vaya negocio redondo el de las vacunas! Verán: piensen en cualquier enfermedad contagiosa. Ahora miren los datos estadísticos y apunten cuántas personas se contagian en el mundo cada año contrayéndola. Pongamos que se contagia un 5% de la población. ¿Vale? Pues ahora "cree" usted una vacuna con ajito y cebolla, añádale unos cuantos trozos de ADN del virus responsable a fin de disimular y aunque eso no sirva para nada organice una rueda de prensa y contrate a algún "científico" para que anuncie a bombo y platillo que ha encontrado usted una vacuna cuya efectividad es ¡del 95%! Total, ese porcentaje ya lo tiene usted asegurado porque el contagio previsto será del 5%... ¿Va el lector entendiendo?