El sistema sanitario público debería poder practicar intervenciones quirúrgicas sin trasfusiones para atender a pacientes como los testigos de Jehová, que rechazan el intercambio de sangre. Así lo entiende la Sindicatura de Greuges que ha incluido esta recomendación en su último informe en respuesta a una queja planteada por los 15.000 fieles de esta religión que hay en la Comunidad Valenciana.
La doctrina de los testigos de Jehová no admite las trasfusiones de sangre. Pero los consentimientos informados que ha de firmar cualquier paciente cuando se somete a una intervención incluyen la autorización de recibir una trasfusión si los médicos lo consideran necesario. Ante esta circunstancia, los testigos que desean mantenerse fieles a sus creencia y no firman el consentimiento son dados de baja de la lista de espera "sin que se ofrezca ninguna alternativa", segun denuncian.
A pesar de que la carta de servicios de la sanidad pública no recoge la obligatoriedad de ofrecer intervenciones sin trasfusión de sangre -una posibilidad cada vez más extendida- el Síndic destaca que "existen técnicas médicas y quirúrgicas que proporcionan tratamientos sin usar sangre ni sus hemoderivados" por lo que recomienda no sólo que se respete la voluntad de los testigos, sino que se ofrezcan estas alternativas en centros públicos.
En el informe, el Síndic también conmina a Sanidad a "extremar al máximo" su deber de dar respuesta a las reclamaciones que planteen los pacientes dentro de los plazos que establece la ley, debido a las diversas quejas presentadas por este motivo